USAR EL DOLOR

Es una evidencia que cada día, nuestra tolerancia al esfuerzo, al sufrimiento y al dolor es menor. A nadie le gusta pasar un mal rato y nuestro cuerpo reacciona para abandonar o evitar situaciones en las que se pueda producir un daño a nuestro cuerpo.

El dolor puede ser un enemigo o un aliado.

Evidentemente, siempre que esté seguro que voy a poner mi cuerpo en peligro es un amigo. Yo no quiero sentir dolor, ni estar lesionado, así que no me voy a lanzar con los esquís o los patines por esa cuesta empinada porque estoy seguro que no voy a saber frenar.

Puede ser usado como una excusa. Ahí se convierte en enemigo.

No esquiar o no patinar por no exponer mi cuerpo a una posible caída es una excusa para continuar en mi zona de confort y de esta manera, me pierdo un sinfín de experiencias que me pueden ser de gran alivio, motivo de satisfacción, acciones que me hagan confiar en mis posibilidades y oportunidades para desarrollar nuevas habilidades.

Por norma general, tapamos el dolor con medicamentos sin prestar atención a qué está provocando realmente esa sensación de sufrimiento.

DOLOR COMO SENSOR

El dolor puede ser usado como un sensor para detectar que movimientos me están perjudicando o qué zonas del cuerpo tengo dañadas o más débiles. Veamos el caso de la carrera. La mayoría de los runners acaban con molestias, con lesiones crónicas o graves. Muchos de los practicantes, dejan de salir a correr porque sienten dolor y esto nunca suele ser agradable.

Si huir o abandonar es la opción más lógica en estos casos, bajar un poco el ritmo/velocidad/intensidad, para observar de forma consciente nuestra postura y sacar conclusiones respecto a nuestra forma de correr para sacar conclusiones respecto nuestra técnica o biomecánica, es la opción más inteligente. Será un aprendizaje muy valiosos. Tendremos entonces en el dolor nuestro aliado que nos guía y nos ayuda, un maestro que enseña el camino correcto o nos avisa cuando vamos por caminos “poco recomendables”. Ganar esta batalla nos aportará no sólo el consecuente aprendizaje, sino un aumento de nuestra confianza y una forma nueva de percibir las molestias.

Quizás le interese