Para los practicantes de yoga es algo que se repite mucho: El yoga del día a día.
Ser conscientes de la postura, de la respiración, del equilibrio relajación/tensión de la musculatura, etc.
Todo aquel que practica yoga es capaz de percibir en pocas sesiones una mejora notable en su físico y su vida empieza a moverse en formas más positivas, ya que aplican muchos aprendizajes que se adquieren.
Encontré un tesoro en las lecciones que asistía a Tai Chi. Este aprendizaje me abrió una nueva y reveladora forma de entender el movimiento: cómo coordinar la respiración para facilitar la acción y economizar energía. Es algo que puede parecer lógico pero que pocos libros o estudios (dentro de mi alcance) han querido plasmar.
La calidad del movimiento es proporcional al nivel de atención que podemos tener en el momento + la disposición respiratoria que se tiene.
La calidad en el movimiento (según mi experiencia) pasa por tener la máxima eficacia, con la mínima carga energética posible y con resultados deseados. Esto tiene en cuenta, el preservar las estructuras incluso mejorarlas por el uso adecuado en dirección e intensidad.